… ESTO NO ES UN CUENTO
Para lograr dar inicio a este escrito se toma como referente a J.
P. Vernant, quien dice que la tradición cultural occidental, adopto el legado
de la Grecia clásica y adjudico a los mitos un estilo paradójico, que en su
mayoría fue tomado de las corrientes interpretativas antiguas: la mitología
griega consolidada por más de un milenio, tiene como referencia la vida
religiosa, cultural y social de los ancestros, y este se convierte en el pilar
de las creaciones literarias de los eruditos y los relatos orales del folklor
popular; por otra parte, la civilización occidental aun no concede al mito un
estatus propio, por lo que aún no se define claramente.
Según la tradición de los griegos; en la cultura occidental el
mito se define por lo que no es. Y de este modo el mito tomo su aspecto
fabulario, con la creación poética y la ficción literaria, relacionándolo con
la facultad de la imaginación, pero en el sentido peyorativo de ésta que la
asimila a la falsedad y al engaño.
Pero entonces ¿Qué son mitos? es difícil lograr contestar
esta pregunta si se tiene en cuenta la proximidad cultural entre las
culturas y las categorías transmitidas desde el pensamiento griego hasta el
pensamiento occidental. Pero como ya se sabe que no existen mitos en estado
puro, porque los mitos se enriquecen y transforman con las
versiones, según el tiempo y espacio, por ejemplo en el caso de los mitos
griegos, son numerosas, las producciones artísticas y literarias que lograron
la salvación de los relatos míticos y su permanencia en el imaginario cultural
occidental, suavizando así las posibles controversias entre las creencias
religiosas griegas y los credos de otras religiones.